Mazagón, pese a ser hasta la actualidad una pedanía de localidades como Moguer o Palos de la Frontera, mantiene su historia viva, una historia que comienza a reseñar este núcleo urbano allá por el siglo XIV, cuando el Rey Alfonso XI decide segregar Mazagón de Niebla y lo entrega a un noble llamado Alonso Jofre.
Desde entonces, no se tienen muchas referencias de este pequeño paraíso onubense, tan sólo a mitad del Siglo XX se sabe que Mazagón era un próspero núcleo urbano dedicado a la pesca, la agricultura… y al turismo, ya que a mediados de los 50 eran muchas las familias que se empezaban a desplazar a esta zona por su carácter costero.
Hoy en día, Mazagón es uno de los principales destinos turísticos de Huelva, privilegio que comparte con lugares como Islantilla o Matalascañas.
De su historia quedan muchos monumentos que poder visitar y que poder ver, el Faro de Pinacho o la Casa del Vigía de la Barra son algunos de los más importantes.
Tanto Mazagón como Huelva, El Puerto de Santa María o Palos de la Frontera tienen un pedazo de la historia de España en sus dominios, un pedazo grande, de da comienzo con la conquista de América, en 1492. De Moguer debemos destacar a Juan Ramón Jiménez, Premio Nóbel de Literatura.
Las áreas de Palos de la Frontera y de Mazagón tuvieron un papel fundamental en el descubrimiento de América, un papel exquisito.
Los casi cien marineros de cada barco que zarpó desde Palos de la Frontera eran de la comarca, de Palos de la Frontera, de Mazagón y de Moguer, es por ello que en Palos de la Frontera, lugar desde donde zarparon en 1492 la Pinta, La Niña y la Santa María hay varios monumentos a estos hombres.
Mazagón es un lugar colombino, es decir, un lugar con historia en este sentido, y donde podemos destacar el Paraje de la Rábida, el Muelle de las Carabelas, el Monasterio de La Rábida o la Casa Museo de juan Ramón Jiménez, premio Nóbel de Literatura.