Monumento a los Descubridores
El monumento fue inaugurado el 12 de octubre de 1892, el día que marcaba el 400 aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a América. El proyecto original constaba de un pedestal hexagonal con varios cuerpos, que servía como zócalo de una columna, coronada por un globo terráqueo.
A comienzos de la década de 1890, la Diputación Provincial de Huelva confió a Ricardo Velázquez Bosco la erección de un monumento a Colón y los exploradores de América en una parcela anteriormente poseída por la Casa de Alba, en las proximidades del monasterio de la Rábida.
Su origen se encuentra en la manifestación americanista en la provincia de Huelva con ocasión de los actos que recuerdan al IV Centenario del Descubrimiento de América. Una columna conmemorativa realizada en 1892, que domina todo el entorno del monasterio de La Rábida y contempla las orillas del Tinto y el Odiel.
En su constitución, la columna toscana se erige sobre un pedestal situado en un montículo artificial, al que se llega por cuatro grandes escalinatas de traza rectilínea, que en planta forman una cruz griega, completando el círculo en el que se inscriben cuatro sectores ajardinados.
El Monumento a los Descubridores, también conocido como Columna del IV Centenario, está dedicado a los «descubridores» de América.
Entre 1963 y 1967 el monumento experimentó una restauración Luis Martínez-Feduchi, que alteró sustancialmente la obra original. En los albores del siglo XXI, el monumento se encontraba en un estado de conservación muy deficiente. Fue declarado bien de interés cultural en 2008.
Una nueva restauración, que pretendía consolidar el monumento instalando un núcleo de hormigón armado, aprovecharía para recuperar también elementos de la obra original, como el orbe terráqueo o una corona; se ejecutó durante la década de 2010. Los trabajos acabaron por 2014, y el monumento, con una altura de 54,90 m (incluyendo los elementos recuperados), fue vuelto a inaugurar el 31 de julio de 2014. Tres cabezas talladas representando a nativos americanos (al parecer correspondientes a las civilizaciones azteca, maya y taína) parte del monumento original fueron halladas enterradas bajo este hacia 2011 durante el desmontaje de la columna.